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Currículum Terapeuta
José Tomás Montero Torrealba (Marzo 1976)
No es raro que hoy me encuentre en la desconocida área de la Hipnosis. A pesar de que provengo de una familia muy católica, con familiares ligados al Movimiento Schoenstatt, nunca fui muy creyente de las "parábolas" de la iglesia, católica en este caso, cercano a los dogmas ni a lo referente a la Fe. Más bien me mantuve lejano de todas aquellas Ideas preconcebidas que llegan con la orden de creer, y sin la intención de saber. De alguna manera, le hago honores a mi segundo nombre "Tomás", pues, efectivamente, necesito “ver para creer”.
Para la tranquilidad de muchos, soy una persona absolutamente escéptica, que no doy crédito a algo simplemente por haberlo escuchado o leído. No me dedico a esta tarea por simple "dogma", entretenimiento, he visto en carne propia como la hipnosis sana y muestra además lo magnífico que es el ser humano en toda sus dimensiones.
Estoy en el universo de la hipnosis porque, de alguna u otra manera, siempre he estado ligado a ella. En mi infancia y adolescencia, me conectaba a través del juego. Hoy, después de transitar, a lo largo de mi vida, por diferentes procesos internos, siento que estoy llevando a cabo una gran misión: liberar a quien sienta que lo necesita. Puedo y quiero hacerlo, y es por eso que estoy aquí.
Considero necesario destacar que la línea profesional que llevo en el campo de la hipnosis no está dentro de los parámetros más transitados ni conocidos, mejor dicho, es una línea de trabajo casi inexplorada en el campo profesional académico de la salud mental.
Entre los profesionales destacados en esta línea, Corrado Malanga es un referente absolutamente necesario para entender diversos temas inéditos, quien dedicó más de 40 años al estudio de estos temas, sin ningún tipo de dogmas limitantes.
Biografía de Corrado Malanga
En conversaciones con psicólogos, respecto de mis comentarios acerca de abducciones, parásitos energéticos, implantes, dimensiones, galaxias, etc., suelo recibir como respuesta expresiones tales como: de estos temas no podría ni hablar con mis pacientes, creerían que el loco soy yo. He ahí la razón por la que pocos, o casi ningún profesional titulado de la salud mental, practica o trata de abordar este campo de la hipnosis. Por la misma razón, quienes sí tienen el valor de entrar, conocer y trabajar en esta área, lo hacen, por lo general, desde fuera del ámbito académico. Es decir, los grandes hipnoterapeutas que desarrollan esta hermosa y aún extraña área NO SON PROFESIONALES DE LA SALUD MENTAL, sino arquitectos, ingenieros eléctricos, nutricionistas o, en mi caso, Chef...
Soy Chef desde hace más de 25 años, “cocinero de alma”; soy un agradecido del rubro de la Restauración. Hoy combino el área orgánica alimentaria con el área espiritual sanadora.
... Quienes trabajamos en esta área de la hipnosis tenemos en común el desafío de enfrentarnos, día a día, con eso que no se muestra, lo no evidente, lo no tangible, y, por ende, con la permanente labor de cuestionarlo todo, preguntar, explorar e investigar, para luego dirimir. No se trata solo de pensar, sino de sentir; creer y crear.
"CREER PARA VER"
En mis comienzos, creyendo que entendía algo sobre esta disciplina, incursioné en algunas actividades casi por exploración. En una ocasión, allá por la década de los 90, efectuando una hipnosis a un amigo - para nosotros era un juego más -, me encontré con algo que no tenía sentido para mí, pude entablar una conversación con alguien (o algo) que se comunicaba a través de mi amigo, en estado de hipnosis, quien comenzó a expresar ideas que claramente no provenían de mi amigo; amenazas hacia la humanidad, risas burlonas, extraña referencias a nuestro destino en la Tierra. En un principio, pensé (José y Tomás) que se trataba de una broma, pero luego se hizo muy patente que no era mi amigo quien hablaba ni tampoco aquello era una broma.
No había forma de grabar la sesión en esa época, por lo que fue un poco difícil explicarle al ingenuo y abatido abducido lo que había ocurrido. Le di una explicación ambigua para no provocarle miedo y, simplemente, dejé que el asunto quedara allí. Sinceramente, me asusté y, al comentarlo con mi madre, su respuesta no se hizo esperar: NUNCA más hagas eso –dijo asustada–, que esas cosas están fuera de la Iglesia y los católicos. En resumidas cuentas, dejé de hacer hipnosis como juego, pero debo reconocer que esa experiencia caló profundo, no porque dejaría de ser católico (nunca lo había sido), sino porque supe que ¡ahí había algo!
Luego de años y “casualidades” –las que claramente no existen–, terminé dedicándome a lo que siempre me había atraído. Hoy estoy abocado en un 100 % a esta disciplina y pretendo trascender con ella mi vida terrenal, la que es también la misión de mi existir.
Estoy acá por alguna razón, al igual que tú. Si terminaste de leer este texto, seguramente tienes más dudas, pregúntanos!
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